Siempre Tú 2.0

¿Por qué no es bueno volverte a ver?

Multifacéticamente voy amando al mundo entero.

Empáticamente trato a todos.

Pacientemente veo todo a mí alrededor.

Junto a ti todo es diferente. Puedo darme cuenta de lo hipócrita que es la gente. De lo fría que es la realidad, de que simultáneamente voy controlando mis impulsos, ya que en un paso en falso pueden escapar. Tu presencia hace que odie, pero solo a mí misma; odio la manera en la que me haces sentir, odio no poder ser fuerte contigo, me haces dudar si lo que creí sentir por alguien más era real; Te odio más porque contigo pude haber sido yo misma, pero la situación no me la permitía.

No es fácil dejarlo ir e iniciar de cero, no es fácil comenzar otra vez.

Busque maneras de no sentirme atraída hacia tu egocéntrica personalidad, Busque maneras de perderte, de alentar a alguien más a que te quisiera, a que miraras a otro lado para que así el reflejo de algún sentimiento no viniera contra mí. Pero al mismo tiempo en que quería perderte, pedía que no te alejaras. Así es, quien entienda a una mente confundida, si lo que pedía a gritos era que me escucharas. Tan perfeccionador soy que me puse un estándar, un modelo y un ideal; No eras perfecto, eras todo lo contrario; ese fue el mayor motivo de mi desidia. El no querer que fueras alguien común, que no fueras una pieza perfecta, que estuvieras tan fuera de un ideal, que eso hacía que permanecieras dentro.

He dicho lo que nadie sigue sin creer. Todos permanecemos al conjunto de dones y sueños; Todos rompemos esquemas para lograr nuestro objetivo, hacemos nuestro imposible posible; rompemos nuestros miedos, a veces sin darnos cuenta. Estamos atados a voces de los demás, menos las nuestras. ¿Por qué sigue siendo difícil escucharnos a nosotros mismos una vez?

Con tan solo una mirada de soslayo, permanecía la situación en pausa haciéndome saber lo que debilitaba a la mayoría de quien me lo propusiera; podía ver en sus ojos la verdad de sus actos, sus sentimientos; de alguna manera los tuyo no. Basta sentir, basta tocar, basta mirar; contigo solo bastaba escuchar. Esas son las palabras que jamás se dijeron y no se dirán, las que permanecen y hacen que nuestra indiferencia con emociones ocultas continúen.

Me vi perdida en el momento en el que decidiste mirarme, comenzaron juegos absurdos de miedos y desvergüenzas entre ambos; ya era algo menos inevitable de mantener. Renuncie públicamente al comportamiento de tus actos, a tus palabras a tus imperfecciones. Actué indiferente para no ser dañada, para no ser descubierta, para no ser humillada. ¿Qué es lo que puedo hacer ahora mismo?

Me encontré a mí misma, mirando en la obscuridad de la noche una vez más tu recuerdo, escuchando tu voz a unos cuantos metros, esta era en conjunto con otra, otra voz que no era mía. Guarde el mayor silencio posible para grabar en mi memoria tus risas y carcajadas, tu aroma, tus manos; todo tú. Estamos a treinta días para que cerremos un círculo, para que la misma fecha en la que todo inició, termine. ¿Qué pasa si no es lo que quiero? Preferiría morir cerrando círculos y capítulos de mi vida, pero por lo mientras el tuyo no.

Estoy más que consiente que los finales felices no existen, aún no. Que nuestra felicidad será efímera; un para siempre no existe. Todo a su tiempo pasa así como termina, contigo parece un círculo vicioso. Sesenta días han transcurrido desde que creí olvidarte, unos segundos bastaron para recordarte como lo hacía, para quererte como lo hice, para odiarme y enojarme como cuando jamás lo hice. " No merecemos ninguna de estas palabras, no merecemos más esperanzas, no merezco permanecer con la duda, pero lo haré; por quererme a mí, por Estima a ti, por Amor a la vida. "